Beneficios de la terapia de duelo para la salud Mental
02/26/2024

El duelo es esa vivencia por la que todos pasamos cuando perdemos algo importante y significativo en nuestras vidas. Con frecuencia se asocia a la pérdida de un ser querido, aunque la vivencia del duelo no es exclusiva de la muerte. Se produce también en muchísimas situaciones de nuestra vida: cuando nos diagnostican una enfermedad importante, cuando aparece o avanza una discapacidad que nos va limitando, cuando no nos renuevan el carnet de conducir, cuando ya no podemos practicar nuestro deporte o hobby favorito, cuando nos separamos de la pareja, cuando nos despiden de nuestro trabajo, cuando nos jubilamos, cuando nos hacemos mayores y perdemos la movilidad, tenemos que ir en silla de ruedas, no oímos bien y no podemos disfrutar de los encuentros, cuando tomamos consciencia de que la vida ha pasado o de que estamos cerca del final de nuestros días, cuando por razones económicas u otras tenemos que vender la casa donde hemos nacido, crecido y donde tantos recuerdos tenemos… ¡Son tantas las situaciones de las que podríamos hablar!

En cualquiera de estas situaciones es normal sentir dolor, experimentar desajustes en el sueño, alimentación, en nuestra energía vital, a la vez que sentirse confuso y desorientado ante los cambios que nos trae la vida y que nos empujan a replantearnos esos retos externos e internos que no habíamos ni imaginado. Y el dolor de esa pérdida, sea de la naturaleza que sea, requiere que lo atendamos para volver a recuperar nuestro equilibrio interior, nuestro camino, nuestro norte, tarea no siempre sencilla.

Y si bien el duelo es una respuesta normal para adaptarnos a esa pérdida no quiere decir que, en función de tu momento personal y tus circunstancias, no se pueda complicar. Hay señales de alarma que nos indican que tal vez el proceso se está bloqueando y que sería conveniente que buscaras ayuda con un profesional, como por ejemplo sería sentirte incapaz de afrontarlo, no mejorar tras unos meses, estancarte en las dificultades, emociones o pensamientos, o que ver que retrocedes en lugar de avanzar.

Por ello quiero hablarte de los beneficios que puede ofrecerte la terapia de duelo:

  • Facilita que puedas expresar tus emociones, a veces complejas, a veces contradictorias, gracias a que te proporciona un espacio seguro, confidencial y sin juicios donde poder procesar tu vivencia.
  • Te ayuda a manejar de una manera saludable el dolor de tu pérdida, desarrollando estrategias más saludables que prevengan que tu duelo se complique.
  • Te ayuda a desarrollar y a fortalecer tu resiliencia, tu capacidad para adaptarte y recuperarte de las situaciones adversas que te trae la vida.
  • Te enseña la importancia de escucharte y cuidarte, a la vez que fomenta volver a los hábitos saludables de sueño, alimentación y ejercicio que con frecuencia se afectan durante el duelo y que, de no ordenarlos, dificultan el avance en nuestro proceso.
  • Te alienta a cuidar y fomentar nuevas relaciones sin dejar de honrar la memoria de lo que has perdido, evitando añadir un factor de riesgo a la evolución de tu duelo.
  • Te ayuda a establecer y mantener la esperanza durante todo el camino.
  • Te acompaña y asiste en la reconstrucción de tu identidad si ha sido dañada por la relevancia de tu pérdida.

No todas las pérdidas son iguales, no todos los momentos vitales donde acontecen son iguales, ni todos los retos que aparecen son iguales. De ahí que la terapia de duelo te ayude en tu camino, sosteniéndote y acompañándote en la búsqueda de comprensión, aceptación y esperanza en la recuperación de la ilusión por vivir y del sentido que te oriente. La terapia es un camino que haces en compañía y que te ayuda a aliviar el dolor y a reconectar con el amor hacia ti mismo, hacia los que te rodean y hacia la vida que te queda por vivir.

Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.

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