Muerte y duelo en la empresa
01/15/2024

En 2022, en España murieron algo más de 25 mil personas en edad laboral, entre los 20 y los 64 años. Y si bien todas ellas no estaban profesionalmente activas, es significativo el número de compañeros-as de trabajo afectados-as por su muerte.

¿Habéis oído hablar de ello? Seguramente no, o más bien poco, poquísimo. Y es que en el mundo laboral no se habla de la muerte, se afronta como se puede y se suele pasar rápido por ello.

Es importante que nos paremos a reflexionar sobre ello.

Cuando muere un compañero de trabajo el impacto de su pérdida puede ser significativo. Puede ser que la persona que haya fallecido sea alguien que apenas conocías o que no hubieras intimado mucho con ella. Si bien, para otras personas es alguien muy querido por su manera de ser, por el apoyo que siempre les brindaba o incluso que fuera alguien muy significativo, alguien con quién se había tejido una gran relación, ya sea como compañero-a, amigo-a, o incluso como pareja. Como también puede suceder que esta persona fuera un familiar de otra persona en la compañía. Escenario al que hay que añadir el momento en que ocurre la pérdida, y que puede ser un momento en el que la relación estuviera bien, o que justo acabarais de discutiros, o que estabais pasando por una etapa difícil laboralmente…, influyendo en tu personal experiencia de dolor, pudiendo ser bien distinta a la de otros compañeros-as tuyos.

El hecho de si en la empresa previamente se han experimentado o no otras pérdidas, si en su cultura incomodan las expresiones de dolor o emoción o se es tolerante con ellas, así como la manera en cómo ha tenido lugar esta pérdida va a condicionar los sentimientos y la capacidad para abordar las tareas de los distintos compañeros-as. No es lo mismo hacer frente a una muerte inesperada, a un accidente, a un suicidio, que saber que murió después de tiempo de lucha frente a una larga enfermedad. Cada escenario impacta en su particular manera y los compañeros-as que le apreciaban pueden vivir un importante vaivén de emociones como conmoción, confusión, enojo, culpa, rabia, pena, añoranza, desorientación, impotencia…

En un entorno laboral a veces, como añadido a una situación compleja, pueden surgir incluso algunas comidillas por la incomprensión de la vivencia de otro compañero-a, preguntándose cómo es posible que le esté afectando tanto… Y es que cada relación y cada momento personal es único y, desgraciadamente, a veces no sabemos comprenderlo, respetarlo o acompañarlo. Y todo ello causa dolor dentro de los equipos, sufrimiento y vacío adicional añadido a la pérdida que estamos viviendo.

Y a nivel directivo, ¿cuántas veces nos sentimos desorientados-as si nos encontramos en una situación así? Normal ¿Cuántos responsables de equipo conoces con formación para hacer frente a una situación así? ¿Sabrías qué hacer para gestionar esta situación de la mejor manera posible? ¿Qué es lo que ayuda y lo qué no? ¿Sabrías a quién preguntar? ¿Harías una reunión para hablar de ello con todo el equipo? ¿O solo con los que estén más afectados-as? ¿Y cuándo habría que hacerla? ¿Es mejor dejar pasar un poco de tiempo para que todo esté más aquietado? Ufff… Pues no se….

Y es que la vida y el ritmo para alcanzar los objetivos de la empresa continúan. Pero la persona en duelo ahora no puede. Las prisas por que se recupere, por que pase página, no ayudan. Vengan de donde vengan, de los compañeros, los responsables directos o los departamentos centrales. No importa.

Y mi recomendación para ti, CEO, Responsable del Clima Laboral, de RRHH…, Jefe de Equipo o Director de Departamento, es que en momentos así cuidéis a las personas afectadas por la pérdida, que les ofrezcáis un servicio especializado para que puedan sentirse acompañadas y avanzar en sus miedos, preocupaciones, sufrimiento… Porque esta intervención, más allá de resolver el problema concreto, es una significativa oportunidad para cuidar a las personas y equipos que además que además, en mi experiencia, os será retornada a modo de un fortalecimiento del vínculo con la Empresa que potenciará el compromiso con su trabajo y con su equipo sustentado en un profundo agradecimiento con la Empresa por haberse preocupado de ella en lo profesional y también en lo personal, en una situación sobrevenida para todos. Es una acción que genera bienestar y un mejor clima laboral, a la vez que de forma visible potencia la reputación de tu empresa como entidad socialmente responsable.

¿Te habías parado a pensar alguna vez así?

Y más allá de eso, abordar la vivencia de las personas en duelo puede ayudar al equipo a facilitar la gestión de estos primeros momentos tan difíciles, a reconocer las dificultades que surgen, a facilitar herramientas para abordarlas, a gestionar las emociones… Y, las intervenciones individuales para aquellas personas con una mayor afectación, la intervención ayuda a superar el duelo, a minimizar su soledad, a aprender a reconocer y expresar las emociones asociadas a su duelo, a adquirir herramientas para afrontar el trabajo sin el-ella, a ayudarles en su particular vivencia de duelo.

¿Te apuntas a sumar todos estos beneficios?

No olvides que el duelo no sabe de prisas, de objetivos, de números, de ratios… El duelo requiere comprensión y apoyo social. No dejes que las personas de tu empresa pasen solas por una experiencia como ésta.

Si quieres saber más no dudes en contactarme.

Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.

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