El apoyo social ayuda en la recuperación del duelo por suicidio
02/14/2023

Todos nacemos con un instinto de supervivencia que, de forma automática, nos dispone a hacer frente a agresiones y dificultades permitiéndonos seguir con vida y preservar la especie.

La sociedad, en muchas ocasiones involuntaria e inconscientemente, estigmatiza, marca, etiqueta, rechaza, menosprecia o discrimina a la persona que se suicida porque atenta contra este instinto vital de supervivencia innato en todos nosotros. Y, en la mayor parte de los casos, los supervivientes nos auto-culpamos o bien nos sentimos señalados por nuestro fracaso de no haber sabido salvar a nuestro ser querido.

  •   Y el sentimiento de culpa nos lleva a la vergüenza.
  •   Y la vergüenza nos lleva a intentar ocultar los hechos no hablando lo que pasó.
  •   Y no hablar de lo que pasó nos lleva al aislamiento.
  •   Y el aislamiento nos lleva a la soledad.
  •   Y la soledad intensifica nuestro dolor y dificulta la recuperación de nuestro duelo.

Y ES QUE ES IMPORTANTE HABLAR de todo aquello que pasó, de lo que sentimos, de lo que perdimos, de lo que sufrimos y seguimos sufriendo… para poder comprender el suceso, darle sentido y elaborar una explicación que nos permita narrar la historia dentro de un contexto.

Y por eso es tan recomendable que, de encontraros en esta situación, busquéis aquellas personas con las que os sintáis en confianza para poder hablar. Tal vez sean de la familia, algunos de vuestros amigos o amigas, un médico o profesional de la salud, un guía espiritual, un grupo de personas que hayan vivido una experiencia similar… Porque, a tu ritmo, el poder poner palabras, el poder hablarlo y hablarlo y contarlo muchas veces, es una de las maneras naturales de reparar ese dolor.

Pero para que esto sea posible, nosotros que queremos estar a su lado, hemos de saber que solo podremos ayudarles si nuestra presencia les permite sentir que:

  •   Los acogemos y sostenemos incondicionalmente en su vivencia y emoción
  •   Los escuchamos con interés y respeto.
  •   Los comprendemos.
  •   Nos llega su dolor.
  •   Pueden mostrarse frágiles y vulnerables.
  •   Les permitimos elegir su manera de hacer frente a lo que les ha tocado vivir.
  •   No los juzgamos ni por lo que dicen, sienten o hacen.
  •   No los presionamos para que pasen página o vayan más rápido en su proceso.
  •   No restamos valor a lo que viven.
  •   No les damos recetas ante una situación que ni tan solo hemos vivido.

Y ES QUE LA FALTA DE APOYO, COMPRENSIÓN Y LA DESAUTORIZACIÓN PUEDEN CAUSAR MAS DAÑO QUE EL PROPIO SUCESO

Y a su vez podemos llegar a desandar parte del camino andado, cuando nos retraemos al  no saber qué o cómo responder a algunas preguntas referentes a las circunstancias de cómo sucedió por resultarnos invasivas o porque nos pillan desprevenidas y nos incomodan. El hecho es que si bien este tipo de preguntas pueden ser formuladas desde la curiosidad o desde una baja sensibilidad, la persona que las formula en realidad no tiene intención de hacernos daño, aunque este pueda ser el efecto que cause en ti. Por ello, para que podáis salir más airosos o airosas de esa situación, os dejo algunas propuestas de respuestas que pueden ayudaros a no sentiros obligadas compartir vuestra intimidad en cualquier momento, cualquier lugar, ni con cualquier persona:

  •   Esta es una situación difícil y dolorosa para mí, por lo que no puedo responderte.
  •   Ahora no puedo responder a estas preguntas.
  •   Agradezco tu interés pero ahora no me siento con ganas para hablar de ello.
  •   Disculpa pero no me ayudas con estas preguntas.
  •   La verdad es que intento recordarle por el resto de su vida, no por sus últimos momentos.
  •   Gracias por preocuparte pero en todo esto lo que me importa es su ausencia, no los detalles de cómo nos dejó.

Así pues, con este post quiero hacer una llamada especial a todas aquellas personas que formamos parte del entorno social de un superviviente de un suicidio para que seamos conscientes de lo importante que es nuestro papel de apoyo, compañía, presencia e incondicionalidad como factor protector en el desarrollo de su duelo. Tanto en el momento del suceso como en un extenso tiempo posterior, sed empáticos con su dolor, no lo desautoricéis, invalidéis, minimicéis, ni tampoco mostréis impaciencia o desinterés por su recuperación. Entre todos y todas, y como sociedad, contribuyamos a que el suicidio no sea un tema tabú, ni a que las familias se sientan estigmatizadas o señaladas por su experiencia.

 

Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.

Para conocer mi experiencia,
visita mi Linkedin