En este post quiero orientar a los adultos dando algunas pautas que os ayuden a no caer en los errores que a menudo cometemos cuando intentamos consolar a un niño o niña que está viviendo la pérdida de un ser querido.
Como ya sabéis la experiencia del duelo es única, por lo que habéis de tener presente que cosas que os hayan podido ser útiles a vosotros puede que no sirvan de consuelo a un niño o niña. Dejadme que os ponga algunos ejemplos.
1- No des mensajes que les carguen de responsabilidad:
“ Tienes que ser fuerte, eres el mayor de tus hermanos”,
“Pórtate bien que mamá lo necesita”
Estos mensajes, u otros similares, condicionan al niño o al adolescente su expresión emocional. Coartamos sus sentimientos al exigirles fortaleza, control, represión de sus emociones,… además de lanzarles un mensaje de que ellos tienen el deber o la responsabilidad de garantizar el bienestar de los pequeños o los mayores de la casa.
2- No censures sus emociones
La expresión de las emociones de un niño pueden ser muy espontáneas y cursar en forma de pataleta, rabia, llanto desconsolado…. Y esa naturalidad con la que las expresan, sin importar dónde o con quién están, a veces, nos incomoda. A veces podemos llegar a oír mensajes como:
“ Llorar es de niñas”
“ Llorar es de niños pequeños y tu ya eres mayor”
“ Basta de rabietas. Te estás portando muy mal”
Y lo cierto es que llorar es una expresión natural cuando te sientes triste, seas niño o adulto. Lo mismo que estar enfadado cuando has perdido a alguien muy querido porque, en ese momento, desearías que estuviera contigo ayudándote en lo que necesitas. O no saber lo que te pasa y tanto poderte poner a reír como a llorar, también es normal. Y eso nos pasa a todos, tengamos la edad que tengamos.
3- No des explicaciones que confundan a los niños
Explicarle a un niño la muerte por primera vez no es fácil. Tendemos a buscar metáforas y explicaciones mágicas con la intención de hacer más “dulce” la realidad de que llega un día en el que la vida se acaba y no volveremos a ver a nuestro ser querido. En ese contexto podemos decir frases como:
“El abuelito está en el cielo y desde allí él nos ve y nos cuida”
“ Papá no está pero siempre estará a tu lado”
Hemos de tener mucho cuidado con los niños entre los 2 y 5 años pues les cuesta entender el concepto de la muerte como algo irreversible, a la vez que su comprensión es muy literal de lo que les decimos y tienen una gran capacidad de crear mundos mágicos. De ahí que si les decimos que está en el cielo, y no les explicamos qué significa morirse, pueden llegar a pensar que nuestro ser querido puede volver tal y como se ha ido, o que en un día de lluvia pueden estar pasando mucho frío,… Por ello también debemos evitar aquellas frases pueden despertarles miedos a ser vistos en todo momento, o a imaginar que es como un fantasma que les sigue día y noche.
4- No compares la muerte con el dormir
Otras veces para ahorrarle sufrimiento a nuestro pequeño le decimos:
“La abuela ayer se fué a dormir y ya no se volvió a despertar”
“Estaba muy tranquilita en el sofá, se durmió y se murió”
Son frases fáciles y amables que pueden ocasionar que el niño coja miedo a dormirse, o a que sus papás o hermanos se duerman por si ya no se vuelven a despertar…. Y ello les llevará a estar alertas por la noche, a interrumpir el sueño, a venirnos a ver para comprobar que nos volvemos a despertar….
Y es que antes de dar explicaciones como éstas que pueden confundir al niño y llevarle a un sinfín de preguntas, debemos abordar con él lo que es la muerte.
Si necesitáis ayuda sobre cómo ayudar a los más pequeños de la casa a transitar su duelo, no dudéis en poneros en contacto conmigo.