DUELO
Duelo de la enfermedad
Es aquel conjunto de vivencias por las que puedes atravesar ante la pérdida de la salud debido a una enfermedad, a la pérdida de uno de los cinco sentidos, de una parte de tu cuerpo, de una capacidad, de un aspecto de ti…, y que pueden darse simultáneamente con otras pérdidas que aparecen a partir de entonces, ocasionadas por cambios en tus relaciones más próximas, en el ejercicio de tu profesión, en tu economía, en el sentir que estás entrando en otra etapa de tu vida en la que no hay ya retroceso…., y que pueden llevarte a un cuestionamiento del sentido de tu vida y de lo que sientes que a partir de ahora es realmente importante para ti.
Es natural que la enfermedad te confronte con lo más preciado que tienes, que es la propia vida, a la vez que te pone en contacto con la posibilidad de morir, que es lo que más temes.
La enfermedad te hace sufrir por
lo que será de ti y por las
consecuencias que puede
traer la enfermedad a tu vida
y a la de tus seres queridos.
Una enfermedad importante con riesgo para la salud, una pérdida de tu movilidad, un problema en el corazón, en los pulmones, o la capacidad de ver, tocar, procrear…, ya sean en ti, en tu hijo/a, o en alguien querido, provoca mucha incertidumbre y sufrimiento. Y es por eso por lo que, tras su diagnóstico, las familias deben hacer frente a cambios en sus vidas, a un proceso de aceptación y adaptación que repercute en la vida cotidiana de todos los miembros, mayores y niños, que muchas veces se convierte en una fuente de estrés y sufrimiento con impacto y consecuencias significativas para cada uno de ellos.
Al mismo tiempo es normal que experimentes variedad de sentimientos, pudiéndote sentir abatido/a, con pocas ganas o bien hiperactivo/a, que duermas mal, que aparezcan sentimientos de miedo, rabia o tristeza, pensamientos recurrentes de injusticia, que sientas que se tambalea tu sistema de valores y prioridades, etc.,
Estas manifestaciones pueden indicarnos que estás en duelo por lo que te trae la enfermedad, y que es positivo solicitar ayuda profesional para hacer frente a tu dolor.
Hay casos que no requieren estrictamente de la participación de un profesional, pero más veces de las que pensamos, sería conveniente pedir su ayuda, ya que a pesar de que estás rodeado de tu familia y amigos, con frecuencia no saben cómo ayudarte y tú te sientes solo/a sin nadie al que poder explicar todo lo que estás pasando.
Y es que sentirse acompañado/a, comprendido/a, sostenido/a, pudiendo expresar todas tus dudas, tus miedos y tu dolor, sin temor a hacer daño a los tuyos, te ayuda a sentirte mejor, a recuperar tu tono vital y contribuye positivamente a hacer frente a la enfermedad y a darte permiso, en caso de que te encuentres ahí, para encontrar un nuevo sentido y propósito en tu vida necesarios para volver a ser feliz.
Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.
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