Cómo acompañar a personas en duelo: Lo que Revela una Frase de Pésame
06/17/2024

Aunque cueste de creer, a veces las preguntas que parecen más sencillas no son las que tienen más fácil respuesta, y sobre todo en el mundo del duelo.
Y ello se debe al punto de partida: por un lado, el dolor de la persona en duelo, y por otro la intención que tenemos al expresar esas palabras. Y me explico.

Por un lado, sabemos que cada persona es única, así como su manera de vivir su pérdida también lo es, además del hecho de que cada pérdida tiene lugar de una determinada manera, en un determinado momento y circunstancias, con un tipo de relación y de soporte concreto y particular… por lo que no vamos a encontrar dos duelos iguales, ni tan siquiera aunque entre ellos tengan en común el grado de afinidad con el ser querido: padre, madre, hijo-a, abuelo-a, pareja, amigo-a… ni que tengan en común la causa de la pérdida: enfermedad, accidente, suicidio…

Y por otro lado, importa mucho la intención que tenemos al hacerles llegar esas palabras tan difíciles de encontrar. Y es ahí donde principalmente radica el problema pues, de un modo o de otro, desearíamos que esas palabras les ayudarán a sentirse un poco mejor, a aliviar un poco del dolor que están viviendo, su sufrimiento, su tristeza… Y esto, aun con buena intención y mucho cariño, vemos que no llega con el impacto deseado y nos corrobora lo complicado que es decir algo en estos primeros momentos y lo incómodos que también nos puede hacer sentir.

Para resolver esta situación es necesario entender bien el punto de partida. Y es que para que haya una comunicación ajustada y efectiva, hemos de poner el foco en la persona que la va a recibir, en su situación real, en lo que va a ser natural y posible en ese momento, dejando nuestro deseo o nuestra incomodidad para sostener la expresión emocional de sus sentimientos en un segundo plano.

Porque en realidad, ¡es tan normal, sano y ajustado que cuando pierdes a un ser querido estés triste, desmoronada-o sintiendo que tu vida se ha roto en ese mismo instante!
Entendiendo pues que es imposible que nuestro familiar u amiga-o esté feliz en esa situación y que no se encuentre abatida-o, se hace fácil comprender como nuestros deseos expresados como:

– Se fuerte
– A tu padre o madre no le gustaría verte así
– No llores que así no vas a poder hacer frente a todo esto
– No llores, hazlo por tus hijos-as
– Piensa que afortunadamente no sufrió.
– Al menos ya descansa y vosotros también.

no van a ser nada empáticos ni adecuados a la realidad que en este momento está viviendo y lo único que van a constatar es que somos nosotras-os los que no comprendemos lo que es vivir una pérdida así, dejando en evidencia nuestra baja capacidad de sostener su dolor y el hecho que emocionalmente estamos lejos de ellos.

En vuestro alivio, también hay que señalar que ninguna palabra, por amable que sea, va a reparar el dolor de la muerte de alguien querido. No existen para la ocasión expresiones, frases hechas o palabras mágicas que cumplan este fin. Y esto es así porque el alivio del dolor sentido sucede cuando es el propio doliente quien nombra lo que está viviendo, quien expresa su experiencia, quien habla de su dolor.

Y es que no son las palabras dichas las que curan. Lo que de verdad les reconforta eres tú en tu autenticidad, en tu presencia, tu cercanía, tu escucha, tu silencio y tu ofrecimiento incondicional a lo que emerja. Es importante que nos dejemos tocar por la esencia de la experiencia que está sucediendo, descubriéndonos seres tan íntimos y vulnerables como ellas-os.

Y como aún con todo a veces se hace inevitable decir algo, en tus palabras no busques mitigar su dolor ni dar consejos. Simplemente sé sincera-o, cercana-o y espontánea-o. No es ningún problema expresar, si es el caso, cosas como estas:

– No sé qué decirte
– Me gustaría ayudarte, aunque no sé cómo hacerlo
– Me quedo aquí contigo por si me necesitas
– Estoy contigo, a tu lado

Ya ves que son frases que la intención no es quedar bien, ni hacer que dejen de sentir su dolor, ni que sean fuertes o que se animen en un momento así. La intención tiene que ver más con legitimar sus sentimientos, sean los que sean, y con transmitirles nuestra presencia para que no se sientan solos.

Ofrece a tus familiares o amigas-os que han perdido a un ser querido tu autenticidad y tu presencia y verás como, aún sin palabras, les llega.

Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.

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