PREGUNTAS FRECUENTES
Estas son las preguntas frecuentes que me suelen hacer, si tienes alguna duda, contáctame y estaré encantada de responderte:

1 | Estoy en duelo y mis emociones y algunos de mis comportamientos han cambiado. ¿Es normal?
El duelo es el proceso por el que de forma natural pasan todas las personas cuando viven una pérdida de alguien o algo muy querido. Los síntomas del duelo son muy variados y dependen de cada persona. A continuación, recojo algunos de los posibles cambios que puedes presentar con la intención de que puedas reflexionar y valorar en qué medida tus pensamientos, sentimientos y comportamientos han cambiado y si de alguna manera dificultan aspectos tu vida.
Posibles síntomas o cambios que puedes presentar respecto de la situación anterior a la pérdida:
- Me siento más triste o deprimido
- Me siento más enfadado
- Me siento más nervioso
- Tengo dificultades pensando o concentrándome
- Tengo más dificultades para dormir
- Tengo más dificultades para mantener mis horarios
- Como más que antes y cosas que no me convienen
- Tengo menos apetito que antes
- Me cuesta más salir de casa
- Me cuesta ir al trabajo
- Deseo estar solo más que antes
- Tengo más necesidad de estar más tiempo con mis personas allegadas
- Tengo pesadillas
- Fumo o bebo más y parece que estoy cogiendo algunos hábitos no saludables
Si sientes que tu vida se desordena, que te gustaría compartir lo que te pasa pero que te cuesta encontrar con quién hacerlo, o que tienes dudas acerca de si tu proceso avanza de forma saludable, te invito a que consultes a un profesional para compartir con él/ella tu situación y poder aclarar las dudas que tengas.
2 | ¿Cuándo es importante pedir ayuda a un profesional?
En muchos casos las personas que piden ayuda están pasando un duelo normal, pero sienten que necesitan expresar lo que sienten a alguien que conoce lo que están pasando, los comprende y no los juzga. Vivir un duelo normal acompañado es una forma saludable de cuidarse tras sufrir una pérdida. Ahora bien, si pasado un tiempo prudencial, alrededor de un año, sientes que tus síntomas no desaparecen y que vives tu duelo de una forma que te dificulta llevar una vida satisfactoria, y con un rendimiento normal, te recomiendo que pidas ayuda especializada para superarlo. Es importante que busques la ayuda de un profesional si presentas algunos de estos síntomas:
- Tienes insomnio bastante frecuentemente
- Tienes dificultades para respirar
- Sientes agotamiento extremo
- Has perdido mucho peso
- No puedes aceptar la idea de su muerte
- Sientes una profunda desesperanza o falta de sentido en tu vida
- Sientes que no eres capaz de pasar página, ni de que las cosas cambien
- Te ves incapaz de hacer tu trabajo
- Te ves incapaz de realizar con regularidad tus tareas domésticas
- Te ves incapaz de perseguir tus intereses o planificar tu futuro
- Tienes enfados incontrolados que hacen que tus amistades se distancien
- Sientes un importante sentimiento de soledad
- Sientes un importante sentimiento de culpa por cosas que hiciste o dejaste de hacer
- Consumes drogas, alcohol o sexo en un intento de no sentir dolor
- Tienes pensamientos de suicidio
Puntualmente cualquiera de estos síntomas puede presentarse en tu proceso de duelo. Ahora bien, es la presencia continuada de alguno de ellos la que debe alertarte a ponerte en marcha y a buscar la ayuda de un profesional que te permita recuperarte y aceptar la pérdida.
3 | ¿Cómo son las sesiones de duelo?
Una sesión de duelo individual tiene una duración de una hora y la periodicidad suele ser semanal o quincenal dependiendo de la necesidad de cada persona.
La primera sesión, es una sesión que llamamos “de acogida”, en la que escucharemos cómo está siendo tu particular vivencia, lo que te preocupa, lo que te ayuda y lo que no…. Te informaremos de las opciones que podemos ofrecerte y te asesoramos en aquellas dudas que quieras trasladarnos. Lo importante de esta sesión es que puedas valorar si te sientes a gusto, confiado/a y seguro/a para vivir tu proceso con el profesional que va a acompañarte.
Y es tras esa primera sesión cuando agendaremos tus sesiones. Son sesiones en las que tú eliges el tema que quieres tratar, eso que te duele, te crea conflicto interno y no te deja avanzar. En ellas, escucharemos todo aquello que expresas más allá de tus palabras, sin juicios, observaremos y haremos foco en aquellos aspectos necesarios para que comprendas bien tu situación y lo que sientes, con el propósito de ayudarte a avanzar en tu dolor y en tu vida.
4 | ¿Cuántas sesiones voy a necesitar?
Me encantaría poderte dar una respuesta concreta a esta pregunta, pero siento decirte que no es posible. Si has llegado hasta aquí ya sabrás que el duelo es una vivencia que depende de cada persona. De ahí que el número de sesiones va a depender de muchos factores, algunos relacionados con la forma en que se ha producido la pérdida, otros relacionados con el tipo de relación que teníais, si te sientes solo/a o bien tienes familiares o amigos que son capaces de comprenderte en este momento, del tipo de pérdida que has vivido, por ponerte algunos ejemplos que te den idea de la gran variabilidad del proceso.
Ahora bien, lo que sí puedo decirte es que es frecuente que el acompañamiento dura alrededor de un año, habiendo pacientes que permanecen seis meses y otros alrededor de dos años.
5 | ¿Cuánto tiempo dura el duelo?
No se puede decir que haya un tiempo concreto para superarlo. La duración de un duelo depende de las circunstancias en las que ha tenido lugar la pérdida, del tipo de vínculo afectivo con la persona fallecida o la relación truncada, de las propias experiencias de vida y de la situación vital en la que nos encontremos, de la red de apoyo que en ese momento tengamos…
En mi experiencia, el primer año es un año difícil, o muy difícil según las circunstancias vividas. Cualquier cosa nos puede recordar a la persona o a la relación perdida, o a lo que hacíamos junto a ella, y hacernos sentir como si nuestra vida se desmoronara de nuevo.
No te desanimes ni te asustes, es normal lo que estás viviendo. El duelo es un proceso complejo, con sus avances y retrocesos. Ten la esperanza de que vas a salir de ese dolor profundo que aún sientes y que vas a ser capaz de recordar a ese ser querido con mucho cariño y con mucho amor, y de recuperar la ilusión por la vida que aún tienes por vivir.
Así que no dejes de cuidarte durante todo este tiempo, a la vez que intenta mantener una actitud activa y de superación frente a aquello que la vida te presenta.
6 | ¿Cómo ayudar a alguien que está pasando por un proceso de duelo?
La persona en duelo necesita espacio y tiempo para hacer su proceso. Entre los mejores consejos que se pueden dar es el de que te muestres cercano y atento a sus necesidades. Llámala y ofrécele tu compañía siempre que lo necesite.
Ten presente que, como parte de su proceso, necesita hablar de cómo se siente y de lo mucho que echa de menos a la persona que ha perdido, por tanto, aunque pase el tiempo no trates de evitar que hable del tema ya que, si lo hace, es precisamente porque lo que necesita.
Puedes invitarla a participar en actividades sociales tranquilas. Ten en cuenta que es posible que la persona las rechace porque no se siente con ánimo, o que, incluso animándose a participar, las tenga que dejar, pues no se sienta con fuerza para continuar con la actividad. Respeta su decisión y no la juzgues por no poder ir al ritmo que tu quisieras.
No intentes que la persona pase página rápidamente, el vacío que deja la pérdida requiere un periodo de adaptación que depende de cada situación. Incluso no debes extrañarte si, en determinados momentos, parece como si estuviera retrocediendo en el camino andado. Es algo normal en el proceso del duelo, especialmente cuando llegan fechas significativas.
Y no te enfades si sientes que la persona no se relaciona contigo de la misma forma que lo hacía antes. Seguramente no tiene que ver contigo sino con su vivencia de la nueva situación. Ten por seguro que, manteniéndote a su lado de forma discreta, con constancia y respetando su ritmo y sus necesidades, verás como poco a poco avanza en su proceso.
7 | ¿Es posible estar en duelo antes de que fallezca un ser querido?
Sí, es posible que, en el transcurso de una enfermedad terminal, o de una enfermedad grave, te aflijas ante la expectativa de su muerte. La gravedad de la situación te conecta con la pérdida de ese ser querido y con todo lo que ello significa.
Esta vivencia es también una respuesta normal y nos referimos a ella como duelo anticipado.
Este periodo de tiempo en el que te haces consciente de la finitud de la vida y/o de la proximidad de la muerte, puede serte útil para prepararte para esa pérdida, para hacer una lectura de aquello significativo que habéis vivido juntos, para atender esos temas pendientes que con frecuencia tenemos con la persona querida, para vivir de forma más consciente y para atender sus necesidades.
Y aún con todo, cuando llega el momento real de la muerte del ser querido, no te extrañes si sientes un fuerte dolor, una gran pena, pues es normal que a pesar de haber pensado tanto en ello, el hecho del fallecimiento agudice tu dolor.
8 | ¿Cómo acompaño a un niño en duelo?
Cuando llega la muerte de un ser querido a nuestra familia, con más frecuencia de lo que parece, tenemos tendencia a sobreproteger a los niños y jóvenes del dolor que sentimos tras la pérdida. Con frecuencia les ocultamos cómo van sucediendo los acontecimientos y les apartamos de algunos de los rituales de despedida, no siendo esto lo que a veces más les ayuda. Por ello te aconsejo que les expliques lo que está sucediendo, así como que les preguntes qué es lo que ellos necesitan.
Con independencia de la edad concreta del niño, de su capacidad de expresarse y de su comprensión de conceptos complejos, los niños son extremadamente sensibles al estado de ánimo de sus familiares y perciben que algo está pasando. Es importante que estés atento a ello y que puedas encontrar el momento para detenerte a explicárselo.
Una diferencia importante del duelo del niño y el duelo del adulto es que los niños expresan su duelo más con sus conductas y con su cuerpo que con expresiones verbales. De ahí que puedas ver en ellos signos de irritabilidad, falta de atención, aislamiento, alteraciones en sus rutinas de sueño o alimentación, molestias corporales, y también miedo a la muerte, o a la posibilidad de que sus padres enfermen. Por ello es bueno que les ayudes a expresar lo que sienten de una forma creativa, mediante juegos, dibujos, cuentos, poemas, canciones…, y que aproveches el juego para crear un espacio que te permita tener una conversación con ellos.
Para acompañar y facilitar el duelo del niño es bueno que le mantengas informado durante todo el proceso de enfermedad de su ser querido. Utiliza palabras sencillas y responde con sinceridad a sus dudas en un lenguaje adaptado a su edad para que pueda comprenderte. Intenta mantener sus rutinas todo lo que sea posible y avisa a la escuela de la situación que estáis viviendo. No olvides encontrar algún momento de calidad para preguntarle cómo se siente y hacerle llegar que tú estás a su lado para cuidarle y protegerle.

PREGUNTAS FRECUENTES
Estas son las preguntas frecuentes que me suelen hacer, si tienes alguna duda, contáctame y estaré encantada de responderte:
1 | Estoy en duelo y mis emociones y algunos de mis comportamientos han cambiado. ¿Es normal?
El duelo es el proceso por el que de forma natural pasan todas las personas cuando viven una pérdida de alguien o algo muy querido. Los síntomas del duelo son muy variados y dependen de cada persona. A continuación, recojo algunos de los posibles cambios que puedes presentar con la intención de que puedas reflexionar y valorar en qué medida tus pensamientos, sentimientos y comportamientos han cambiado y si de alguna manera dificultan aspectos tu vida.
Posibles síntomas o cambios que puedes presentar respecto de la situación anterior a la pérdida:
- Me siento más triste o deprimido
- Me siento más enfadado
- Me siento más nervioso
- Tengo dificultades pensando o concentrándome
- Tengo más dificultades para dormir
- Tengo más dificultades para mantener mis horarios
- Como más que antes y cosas que no me convienen
- Tengo menos apetito que antes
- Me cuesta más salir de casa
- Me cuesta ir al trabajo
- Deseo estar solo más que antes
- Tengo más necesidad de estar más tiempo con mis personas allegadas
- Tengo pesadillas
- Fumo o bebo más y parece que estoy cogiendo algunos hábitos no saludables
Si sientes que tu vida se desordena, que te gustaría compartir lo que te pasa pero que te cuesta encontrar con quién hacerlo, o que tienes dudas acerca de si tu proceso avanza de forma saludable, te invito a que consultes a un profesional para compartir con él/ella tu situación y poder aclarar las dudas que tengas.
2 | ¿Cuándo es importante pedir ayuda a un profesional?
En muchos casos las personas que piden ayuda están pasando un duelo normal, pero sienten que necesitan expresar lo que sienten a alguien que conoce lo que están pasando, los comprende y no los juzga. Vivir un duelo normal acompañado es una forma saludable de cuidarse tras sufrir una pérdida. Ahora bien, si pasado un tiempo prudencial, alrededor de un año, sientes que tus síntomas no desaparecen y que vives tu duelo de una forma que te dificulta llevar una vida satisfactoria, y con un rendimiento normal, te recomiendo que pidas ayuda especializada para superarlo. Es importante que busques la ayuda de un profesional si presentas algunos de estos síntomas:
- Tienes insomnio bastante frecuentemente
- Tienes dificultades para respirar
- Sientes agotamiento extremo
- Has perdido mucho peso
- No puedes aceptar la idea de su muerte
- Sientes una profunda desesperanza o falta de sentido en tu vida
- Sientes que no eres capaz de pasar página, ni de que las cosas cambien
- Te ves incapaz de hacer tu trabajo
- Te ves incapaz de realizar con regularidad tus tareas domésticas
- Te ves incapaz de perseguir tus intereses o planificar tu futuro
- Tienes enfados incontrolados que hacen que tus amistades se distancien
- Sientes un importante sentimiento de soledad
- Sientes un importante sentimiento de culpa por cosas que hiciste o dejaste de hacer
- Consumes drogas, alcohol o sexo en un intento de no sentir dolor
- Tienes pensamientos de suicidio
Puntualmente cualquiera de estos síntomas puede presentarse en tu proceso de duelo. Ahora bien, es la presencia continuada de alguno de ellos la que debe alertarte a ponerte en marcha y a buscar la ayuda de un profesional que te permita recuperarte y aceptar la pérdida.
3 | ¿Cómo son las sesiones de duelo?
Una sesión de duelo individual tiene una duración de una hora y la periodicidad suele ser semanal o quincenal dependiendo de la necesidad de cada persona.
La primera sesión, es una sesión que llamamos “de acogida”, en la que escucharemos cómo está siendo tu particular vivencia, lo que te preocupa, lo que te ayuda y lo que no…. Te informaremos de las opciones que podemos ofrecerte y te asesoramos en aquellas dudas que quieras trasladarnos. Lo importante de esta sesión es que puedas valorar si te sientes a gusto, confiado/a y seguro/a para vivir tu proceso con el profesional que va a acompañarte.
Y es tras esa primera sesión cuando agendaremos tus sesiones. Son sesiones en las que tú eliges el tema que quieres tratar, eso que te duele, te crea conflicto interno y no te deja avanzar. En ellas, escucharemos todo aquello que expresas más allá de tus palabras, sin juicios, observaremos y haremos foco en aquellos aspectos necesarios para que comprendas bien tu situación y lo que sientes, con el propósito de ayudarte a avanzar en tu dolor y en tu vida.
4 | ¿Cuántas sesiones voy a necesitar?
Me encantaría poderte dar una respuesta concreta a esta pregunta, pero siento decirte que no es posible. Si has llegado hasta aquí ya sabrás que el duelo es una vivencia que depende de cada persona. De ahí que el número de sesiones va a depender de muchos factores, algunos relacionados con la forma en que se ha producido la pérdida, otros relacionados con el tipo de relación que teníais, si te sientes solo/a o bien tienes familiares o amigos que son capaces de comprenderte en este momento, del tipo de pérdida que has vivido, por ponerte algunos ejemplos que te den idea de la gran variabilidad del proceso.
Ahora bien, lo que sí puedo decirte es que es frecuente que el acompañamiento dura alrededor de un año, habiendo pacientes que permanecen seis meses y otros alrededor de dos años.
5 | ¿Cuánto tiempo dura el duelo?
No se puede decir que haya un tiempo concreto para superarlo. La duración de un duelo depende de las circunstancias en las que ha tenido lugar la pérdida, del tipo de vínculo afectivo con la persona fallecida o la relación truncada, de las propias experiencias de vida y de la situación vital en la que nos encontremos, de la red de apoyo que en ese momento tengamos…
En mi experiencia, el primer año es un año difícil, o muy difícil según las circunstancias vividas. Cualquier cosa nos puede recordar a la persona o a la relación perdida, o a lo que hacíamos junto a ella, y hacernos sentir como si nuestra vida se desmoronara de nuevo.
No te desanimes ni te asustes, es normal lo que estás viviendo. El duelo es un proceso complejo, con sus avances y retrocesos. Ten la esperanza de que vas a salir de ese dolor profundo que aún sientes y que vas a ser capaz de recordar a ese ser querido con mucho cariño y con mucho amor, y de recuperar la ilusión por la vida que aún tienes por vivir.
Así que no dejes de cuidarte durante todo este tiempo, a la vez que intenta mantener una actitud activa y de superación frente a aquello que la vida te presenta.
6 | ¿Cómo ayudar a alguien que está pasando por un proceso de duelo?
La persona en duelo necesita espacio y tiempo para hacer su proceso. Entre los mejores consejos que se pueden dar es el de que te muestres cercano y atento a sus necesidades. Llámala y ofrécele tu compañía siempre que lo necesite.
Ten presente que, como parte de su proceso, necesita hablar de cómo se siente y de lo mucho que echa de menos a la persona que ha perdido, por tanto, aunque pase el tiempo no trates de evitar que hable del tema ya que, si lo hace, es precisamente porque lo que necesita.
Puedes invitarla a participar en actividades sociales tranquilas. Ten en cuenta que es posible que la persona las rechace porque no se siente con ánimo, o que, incluso animándose a participar, las tenga que dejar, pues no se sienta con fuerza para continuar con la actividad. Respeta su decisión y no la juzgues por no poder ir al ritmo que tu quisieras.
No intentes que la persona pase página rápidamente, el vacío que deja la pérdida requiere un periodo de adaptación que depende de cada situación. Incluso no debes extrañarte si, en determinados momentos, parece como si estuviera retrocediendo en el camino andado. Es algo normal en el proceso del duelo, especialmente cuando llegan fechas significativas.
Y no te enfades si sientes que la persona no se relaciona contigo de la misma forma que lo hacía antes. Seguramente no tiene que ver contigo sino con su vivencia de la nueva situación. Ten por seguro que, manteniéndote a su lado de forma discreta, con constancia y respetando su ritmo y sus necesidades, verás como poco a poco avanza en su proceso.
7 | ¿Es posible estar en duelo antes de que fallezca un ser querido?
Sí, es posible que, en el transcurso de una enfermedad terminal, o de una enfermedad grave, te aflijas ante la expectativa de su muerte. La gravedad de la situación te conecta con la pérdida de ese ser querido y con todo lo que ello significa.
Esta vivencia es también una respuesta normal y nos referimos a ella como duelo anticipado.
Este periodo de tiempo en el que te haces consciente de la finitud de la vida y/o de la proximidad de la muerte, puede serte útil para prepararte para esa pérdida, para hacer una lectura de aquello significativo que habéis vivido juntos, para atender esos temas pendientes que con frecuencia tenemos con la persona querida, para vivir de forma más consciente y para atender sus necesidades.
Y aún con todo, cuando llega el momento real de la muerte del ser querido, no te extrañes si sientes un fuerte dolor, una gran pena, pues es normal que a pesar de haber pensado tanto en ello, el hecho del fallecimiento agudice tu dolor.
8 | ¿Cómo acompaño a un niño en duelo?
Cuando llega la muerte de un ser querido a nuestra familia, con más frecuencia de lo que parece, tenemos tendencia a sobreproteger a los niños y jóvenes del dolor que sentimos tras la pérdida. Con frecuencia les ocultamos cómo van sucediendo los acontecimientos y les apartamos de algunos de los rituales de despedida, no siendo esto lo que a veces más les ayuda. Por ello te aconsejo que les expliques lo que está sucediendo, así como que les preguntes qué es lo que ellos necesitan.
Con independencia de la edad concreta del niño, de su capacidad de expresarse y de su comprensión de conceptos complejos, los niños son extremadamente sensibles al estado de ánimo de sus familiares y perciben que algo está pasando. Es importante que estés atento a ello y que puedas encontrar el momento para detenerte a explicárselo.
Una diferencia importante del duelo del niño y el duelo del adulto es que los niños expresan su duelo más con sus conductas y con su cuerpo que con expresiones verbales. De ahí que puedas ver en ellos signos de irritabilidad, falta de atención, aislamiento, alteraciones en sus rutinas de sueño o alimentación, molestias corporales, y también miedo a la muerte, o a la posibilidad de que sus padres enfermen. Por ello es bueno que les ayudes a expresar lo que sienten de una forma creativa, mediante juegos, dibujos, cuentos, poemas, canciones…, y que aproveches el juego para crear un espacio que te permita tener una conversación con ellos.
Para acompañar y facilitar el duelo del niño es bueno que le mantengas informado durante todo el proceso de enfermedad de su ser querido. Utiliza palabras sencillas y responde con sinceridad a sus dudas en un lenguaje adaptado a su edad para que pueda comprenderte. Intenta mantener sus rutinas todo lo que sea posible y avisa a la escuela de la situación que estáis viviendo. No olvides encontrar algún momento de calidad para preguntarle cómo se siente y hacerle llegar que tú estás a su lado para cuidarle y protegerle.
Mi modelo de trabajo es humanista integrativo relacional. Dicho en otras palabras, la persona es para mí un ser global que:
- vive experiencias que le provocan reacciones que se expresan en forma de sentimientos, pensamientos y conductas
- se desarrolla en un contexto de relación interpersonal
- es capaz de pensar y de tomar sus propias decisiones, que marcan su desarrollo como persona, y…
- otorga un significado y propósito a sus experiencias configurando así su propia individualidad.
Mi trabajo con la persona se enmarca en una relación terapéutica, creando un espacio de seguridad, cercanía y confianza, donde trabajar todos aquellos aspectos de la pérdida que no le permiten avanzar y volver a tener ilusión por vivir una vida plena. Para ello pongo atención en integrar todo aquello que le sucede en los distintos planos de la experiencia, ya sean manifestaciones físicas, emocionales, pensamientos, conductas, y también escuchando esa parte más íntima, su espiritualidad.
De ahí la importancia que tiene para mí que te sientas escuchado y comprendido y poder trabajar con todas las dimensiones de tu persona y de tu experiencia. Y en esta línea quiero que sepas que en mi vida profesional he tenido la suerte de contar con muy buenos maestros, creo que todas las personas tienen una dignidad, y tengo experiencia acompañando a personas de distintas culturas de procedencia: europeas, latinoamericanas, subsaharianas…, y de distintas tradiciones religiosas: católicas, musulmanas, así como a personas agnósticas o ateas, lo que me permite brindarte mi apertura, respeto y receptividad para que te sientas acogido/a y comprendido/a en el camino de superar el dolor de tu pérdida.