El Día del padre cuando tu hijo/a ha muerto
03/14/2023

El Día del Padre es una fecha especialmente difícil de afrontar tanto cuando has perdido a tu hijo-a, pues no puedes quitar de tu mente lo distinto que sería este día si tu pequeño-a estuviera aquí contigo. Porque cuando un hijo-a muere, la vida de los padres y madres se sacude hasta perder el aliento. Cada día puede ser una batalla para hacer frente a tu día, al tiempo que te preguntas cómo vas a poder llevar el dolor de su ausencia cuando tanto te quema por dentro. Y por si esto no fuera poco, las semanas previas a este día no cesan los anuncios de televisión, los adornos de los escaparates de las tiendas, las manualidades que promueven los para que nuestros hijos-as nos regalen… por lo que, da igual donde estemos, parece imposible escapar de esta pesadilla. Y es que, como en otras fechas especiales, es normal que tengas el ganas de desaparecer hasta que las celebraciones hayan pasado, pero siendo una estrategia legítima, debo decirte que intentar huir de ese dolor no te ayuda a transitar tu duelo, además de que, vayas donde vayas, el dolor y su recuerdo siempre estará contigo. 

Entonces, ¿cómo podremos afrontar esta fecha tras la pérdida de un hijo-a en la que como sociedad tan poco espacio dejamos para el reconocimiento a unos padres llenos de dolor y pena?

Quiero decirte que sé que te hubiera gustado pasar mucho más tiempo a su lado, verle crecer año a año, verle ir a la universidad, graduarse, celebrar su primer trabajo, o el hecho de irse a vivir con ese chico o chica con el que quiere compartir su vida…. Ante todo ese futuro que se desvanece no debes olvidarte de que tú has sido tu padre, que os habéis dado un inmenso amor y que vuestro vínculo no puede destruirse sino que será ese amor el que te dará la fuerza para afrontar esta fecha, pero eso no quiere decir que sea fácil… Por eso quiero ofrecerte algunas sugerencias para que puedas hacer frente a este día.

  •   Planifica este día con cierta antelación, eligiendo lo que te gustaría hacer y lo que no, a fin de que tu elección te ayude a tener una sensación de control sobre el día y con ello puedas disminuir el estrés de un día que de por sí resulta angustiante. Piensa con quién querrías estar ese día y qué te gustaría hacer para honrar la memoria de tu hijo-a.
  •   No te aísles a pesar de que tengas tentaciones de no ver a nadie. Busca un equilibrio entre tus momentos de soledad y los de compañía. Elige quién de tus seres queridos, amigos y/o familiares, te gustaría que te acompañaran en un día tan especial, aquellos con los que puedas hablar y sentirte escuchado en un día de tanto dolor.
  •   Si vives en pareja y tienes otros hijos-as, busca un momento con todos ellos para compartir qué necesitáis para hacer frente a ese día, para escucharos y poder comprenderos y respetaros, no dando por hecho que tu necesidad coincide con la del resto de la familia.
  •   Si así lo sientes, propón una pequeña actividad o un ritual como homenaje a tu hijo, a tu amor por él, y de la vida que compartisteis juntos. Algunos ejemplos que puedan inspirarte es ir a algún lugar al que a tu hijo-a y a ti os gustara ir para poder conectar de una manera positiva con él y con todo lo que vivisteis juntos. Si tienes otros hijos-as, puedes reservar un momento del día para dibujar, mirar fotos, hacer un collage o jugar a un juego que os gustara a todos, o crear juntos un libro de recuerdos… Ahora bien, si alguno de tus hijos-as no quisiera participar, respeta su momento y no le fuerces. 
  •   Ponte una música o una película que te recuerde a él-ella a fin de que te ayude a explorar y expresar esas emociones que hay en ti, a fin de poderlas aliviar.
  •   Date permiso para cancelar cualquier actividad que hayas planeado si sientes que no te ves con fuerza para llevarla a cabo. A fin de cuentas sólo tú sabrás que es lo mejor cuando llegue el momento, si bien recuerda que es importante poder hablar de su pérdida, expresar tus emociones a la vez que dejarte acompañar por quienes te quieren y quieren estar a tu lado.
  •   Y si tienes algún amigo que ha pasado por la misma situación, pregúntale cómo lo hizo él, qué le ayudó o qué no. Tal vez tu amigo pueda ser fuente de apoyo, comprensión o inspiración.

Piensa que, aunque no te apetezca nada celebrar y desees pasar de puntillas por ese día con el fin de evitar el dolor, piensa que tú has sido y siempre serás su padre y que, por más que lo desees, nunca podrás eliminar esta fecha del calendario y que año a año se seguirá celebrando con independencia de cómo nos sintamos.

Si conoces a alguien que esté pasando por una situación así, o te ver reflejado y crees que necesitas ayuda para afrontar un día como este, no dudes en contactar con profesionales de duelo para obtener la ayuda extra que necesitas.

Médico terapeuta
en pérdidas y duelo provocadas
por enfermedad o muerte.

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